Skip to main content

Este artículo es basado en la conferencia de Laia J. Canet en el MoodleMoot Colombia 2023 “Consejos para evitar las barreras de accesibilidad más comunes en tus cursos en línea”

Desde Edu Labs hemos hablado en diferentes ocasiones de la importancia de crear contenido accesible para garantizar que todas las personas, sin importar sus contextos personales o socioculturales, puedan acceder al contenido que creamos en nuestros cursos virtuales. 

Sin embargo, se puede llegar a entender que la accesibilidad solo impacta a las personas con discapacidad, y es correcto, porque todas las personas nos podemos enfrentar, en cualquier momento, a algún tipo de discapacidad, ya sea permanente, temporal o circunstancial, pues en estos contextos la discapacidad se entiende como la suma entre una barrera y una capacidad. 

Por ejemplo, una persona quiere ver un video, pero está en un lugar con mucha luz y no puede verlo, en esos momentos la persona presenta una discapacidad porque tiene la capacidad (consumir el contenido) pero esta se ha unido a una barrera (mucha luz) lo que le impide acceder al contenido. 

Entendiendo la discapacidad de ese modo (capacidad+barrera), vamos a explorar los diferentes escenarios de discapacidad, para tenerlos en cuenta a la hora de crear el contenido para nuestros cursos virtuales.

Discapacidades circunstanciales

Las discapacidades circunstanciales son aquellas que surgen en situaciones específicas o eventos temporales. Algunos ejemplos de discapacidades circunstanciales incluyen:

Conductor: cuando una persona va conduciendo, su vista y sus manos están ocupadas, por lo que no pueden acceder a contenido visual o táctil, en estos casos, el formato de audio es la mejor opción. 

Bebé en brazos: una persona que tiene un bebé en brazos, al tiempo que accede al contenido de aprendizaje, no puede hacer uso de sus manos, por ejemplo, si debe presentar un trabajo escrito, necesita la opción de voz a texto. 

Exceso de ruido: una persona está yendo al trabajo en transporte público y quiere acceder al curso de inducción, pero hay mucho ruido y no tiene audífonos para escuchar el video, en este caso requiere de una transcripción o de subtítulos. 


Otro idioma: Para las personas que no hablan el idioma local, la barrera del idioma puede considerarse una discapacidad circunstancial en términos de comunicación y acceso a servicios, por lo que se necesitan de herramientas que faciliten la comunicación. Por ejemplo, textos traducidos. 

Discapacidades temporales

Las discapacidades temporales son aquellas que afectan a una persona durante un período limitado. Estas discapacidades pueden deberse a lesiones, enfermedades o situaciones específicas. Ejemplos de discapacidades temporales incluyen:

Lesión en brazos: Una lesión en los brazos, como una fractura, puede limitar temporalmente la capacidad de una persona para realizar actividades cotidianas, como escribir, lo que le impedirá en ese momento acceder a contenido que requiera de escritura y deberá apoyarse en herramientas de voz a texto. 

Cataratas: La catarata es una opacidad en el cristalino del ojo que puede provocar una visión borrosa, lo que dificulta que la persona vea el contenido, por lo que tendrá que acceder a él a través de audio, por ejemplo. 

Infección en el oído: Las infecciones en el oído pueden causar pérdida temporal de la audición, dificultando que las personas escuchen el contenido de los cursos virtuales, y teniendo la necesidad de acceder a través de contenido textual o visual. 

Infección en la garganta: Una infección en la garganta puede llevar a dificultades temporales para hablar, dificultando que la persona participe en exposiciones o envíe evaluaciones que impliquen el habla. 

Discapacidades permanentes

Las discapacidades permanentes son aquellas que afectan a una persona a largo plazo o de por vida. Estas discapacidades a menudo requieren ajustes en la vida cotidiana para garantizar la accesibilidad y la igualdad de oportunidades. Algunos ejemplos de discapacidades permanentes incluyen:

Pérdida de extremidad: Las personas que han perdido una extremidad, como un brazo o una pierna, y que se les dificulta acceder al contenido a través de herramientas táctiles. 

Persona ciega: La ceguera implica una pérdida total o parcial de la visión, lo que impide que la persona acceda a contenido visual, esto implica un diseño de cursos donde la persona pueda acceder al contenido a través de herramientas de accesibilidad y otros formatos como los auditivos. 

Persona sorda: al igual que la infección del oído o un lugar con mucho ruido, las personas sordas no pueden acceder a contenido auditivo, por lo que se requieren otros medios como los visuales o textuales. 

El comprender que hay diferentes tipos de discapacidad, nos llevará a crear cursos más accesibles, que integren una amplia variedad de formas de acceder al contenido para asegurar que todas las personas, sin importar sus condiciones, contextos o circunstancias, puedan tener una experiencia de aprendizaje significativa. 

Ya conocemos que hay diferentes tipos de discapacidad, ahora la pregunta es ¿cómo nos aseguramos de crear un contenido que haga frente a estos tipos de discapacidad? En nuestro siguiente artículo de esta serie, titulado “Consejos para mejorar la accesibilidad en el contenido digital”, descubrirás la respuesta. 

Leave a Reply